miércoles, 18 de junio de 2008

Adiós




Él se despidió retratando mi rostro en un papel, y yo lo recibí sin saber que ése sería su regalo de despedida.
Salimos en grupo a distraer nuestras mentes, y sin previo aviso, el desapareció. Yo, sin entender su partida, seguí en lo mío.
Despues de vagabundear y aburrirme tras cada copa de vino catada, cuando ya la certeza de que existo se pierde, fui a dar al sobre de mis sueños.
Suena el teléfono. De un salto me levanto, luego de un trago asfixiante de respiración sorpresiva, proceso la voz de un amigo que dice : "Se nos fue".


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