La expectativa de llegar a distraer la mente con alguna fiesta organizada con anterioridad, en que uno nunca sabe quien es el que pueda llegar.
Y solo se dispone a beber mucho alcohol y comer humo respirado, para divertir y olvidar problemas que son parte habitual del día a día.
Sin saber mis ojos ven lo que no quieren ver, por temor a gustar. En ese momento omito el acercar y solo dirijo miradas con un vaso plástico lleno de vino y un cigarro
El ocio de no saber mas que hacer, me hacen llegar a sentarme donde ella esta. Una persona linda y sencilla por lo que se nota a primera vista, en ese momento me pregunto. ¿Cómo inicio una conversación?
Y la respuesta se inicia como el primer rayo de luz que sale al apretar el interruptor de una pieza, muy rápido diría yo.
El conversar muestra que tenemos un gusto similar y que aprecia unos de los escritores de historias de terror oscuro, siniestro, mi muso inspirador (Poe), y le agrada la fotografía, mi mayor gusto personal.
Observándola detenidamente me empieza a gustar su figura, y su voz suave me deja casi encantado como la voz de una sirena, y entre tanto vaso de vino me dan ganas de ir al baño, después de salir ella desaparece, miro mis manos, y resignado voy donde mis amigos, después de un rato la vuelvo a ver pero en esta ocasión no viene a compartir conmigo, si no que simplemente se va. Yo sin entender mucho, ayudo abrir el portón de la casa para que su auto salga y la única señal de despido de su figura es un gesto de adiós con su mano y una sonrisa, en ese transcurso me digo a mí mismo, habrá alguna noción de vida después de este encuentro casi de ensueño.
Y el no. es un casi inmenso, solo el destino dirá si nuestros rostros se vuelvan a mirar en alguna situación que uno nunca espera.
Y solo se dispone a beber mucho alcohol y comer humo respirado, para divertir y olvidar problemas que son parte habitual del día a día.
Sin saber mis ojos ven lo que no quieren ver, por temor a gustar. En ese momento omito el acercar y solo dirijo miradas con un vaso plástico lleno de vino y un cigarro
El ocio de no saber mas que hacer, me hacen llegar a sentarme donde ella esta. Una persona linda y sencilla por lo que se nota a primera vista, en ese momento me pregunto. ¿Cómo inicio una conversación?
Y la respuesta se inicia como el primer rayo de luz que sale al apretar el interruptor de una pieza, muy rápido diría yo.
El conversar muestra que tenemos un gusto similar y que aprecia unos de los escritores de historias de terror oscuro, siniestro, mi muso inspirador (Poe), y le agrada la fotografía, mi mayor gusto personal.
Observándola detenidamente me empieza a gustar su figura, y su voz suave me deja casi encantado como la voz de una sirena, y entre tanto vaso de vino me dan ganas de ir al baño, después de salir ella desaparece, miro mis manos, y resignado voy donde mis amigos, después de un rato la vuelvo a ver pero en esta ocasión no viene a compartir conmigo, si no que simplemente se va. Yo sin entender mucho, ayudo abrir el portón de la casa para que su auto salga y la única señal de despido de su figura es un gesto de adiós con su mano y una sonrisa, en ese transcurso me digo a mí mismo, habrá alguna noción de vida después de este encuentro casi de ensueño.
Y el no. es un casi inmenso, solo el destino dirá si nuestros rostros se vuelvan a mirar en alguna situación que uno nunca espera.
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